Indice
Salud Sexual y Reproductiva
La tasa global de fecundidad ha disminuido paulatinamente, desde 2,5 hijos por mujer en 1983 a 1,9 hijos en 2010. Los métodos de regulación de fecundidad más frecuentes utilizados por la mujeres en control en el SNSS, en el año 2011, son el Oral Combinado (36,7%) y Dispositivo Intrauterino (33,5%), mientras que el menos utilizado es el preservativo (3,8%) (1)
Tasa específica de fecundidad según edad de la madre en Chile sigue disminuyendo históricamente en todos los grupos, con fecundidad bastante menor antes de los 20 años y después de los 35 años de edad (Cuadro 5.1) . Ello influye en menor riesgo materno e infantil (que es mayor en madres de edades fértiles extremas) y en la reducción en los nacimientos y grupos quinquenales de menores de 15 años.
En la década 2001 a 2010, se registraron 448 muertes maternas en el país (un promedio de 45 muertes anuales)
(Cuadro 5.2)
. La principal causa se debió a edema, proteinuria y otros trastornos hipertensivos de embarazo (24% en el primer quinquenio y 22% en el segundo quinquenio). Las muertes relacionadas con aborto, que en décadas precedentes constituían la principal causa de muerte materna, provocaron el 13% de defunciones en el primer quinquenio y 11% en el segundo quinquenio. (2)
En el año 2010, dado la relativa baja cantidad de defunciones anuales, la mortalidad materna en regiones fue variable, fluctuando entre 61,1 muertes por 100.000 nacidos vivos en Aisén, y dos regiones que no registraron defunciones maternas ese año
(Cuadro 5.3)
. (2)
Desde 1960, la mortalidad materna ha tenido una evolución caracterizada por una disminución continua pero de tendencia asintótica: su disminución fue más notoria hasta 1984 y desde entonces ha sido más lenta, e incluso con tendencia a la estabilidad, con un nivel relativamente bajo de ocurrencia anual. Desde 1990, en que la mortalidad materna era de 40 por cien mil NV, se alcanzó a 19% en 2010 (Figura 5.2) . Como referencia de progreso, se indica que el nivel de mortalidad materna 2010 en países como Canadá y Finlandia son mucho menores (7.6 y 5 muertes por cien mil nacidos vivos, respectivamente). La meta chilena de cumplimento del Objetivo de Desarrollo del Milenio 5, de mejorar la salud materna, es reducir la mortalidad materna en tres cuartas partes entre 1990 y 2015. El (Cuadro 5.4) presenta el nivel de los indicadores mínimos de ese objetivo en 1990 (año base), 2000, 2010 y la meta esperada para 2015.) (2,3)
Salud de los niños menores de 5 años
Las defunciones en menores de 1 año para 2010 fueron 1.862, con una mortalidad infantil de 7,4 por 1.000 nacidos vivos, las defunciones en el área urbana presentó una tasa de 7,1 por 1.000 nacidos vivos, frente al área rural que llegó a 10,2 por 1.000 nacidos vivos. La reducción de la mortalidad infantil ha sido a expensas de mortalidad infantil tardía. Para 2010, el 68,1% corresponde a mortalidad neonatal (5,1 por 1000 nacidos vivos); de las cuales el 77% ocurre antes de los 7 días de vida. El análisis regional de la mortalidad infantil muestra fluctuaciones que van desde 5,7 por 1.000 nacidos vivos en la Región de Arica y Parinacota hasta 9,3 por 1.000 nacidos vivos en la Región de Magallanes y la Antártica Chilena. (4)
Las principales causas específicas de muerte del menor de 1 año son: Ciertas afecciones originadas en el período perinatal (45,6%), Malformaciones congénitas (35,2%) y Enfermedades del sistema respiratorio (3,3%).
La mortalidad fetal para 2010 fue de 8,6 por 1.000 NV, observándose un incremento sostenido desde 1999 (tasa 4,1 por 1.000 nacidos vivos). Durante 2010 se produjo una tasa de mortalidad fetal tardía de 2,3 lo que es una reducción (importante) respecto de cifras de 1998 (tasa 4,3 por 1.000 NV), considerando que la década 1978 a 1998 se había mantenido estable. (5)
La evolución de la mortalidad infantil ha descendido sistemáticamente en Chile desde que hay registros comparables (1917) en forma de tendencia lineal hasta la década de los 80. Desde entonces su tendencia es mas bien asintótica. Desde 1990, la disminución ha continuado descendiendo con menor velocidad y el nivel se ha hecho relativamente estable en la última década (Figura 5.3) . El componente de mortalidad neonatal ha seguido similar modo de evolución. Como referencia, destaca que el nivel esperado para 2015 según la meta de indicador ODM es de 5,3% y el nivel alcanzado en Canadá en 2011 fue de 4,9 muertes por 1.000 NV, mientras que en Finlandia, el nivel alcanzó a sólo 3,4 muertes por mil niños vivos para ese año. (5,6)
La mortalidad infantil y de niñez disminuye sistemáticamente conforme aumenta el nivel socioeconómico de las comunas (Cuadro 5.5) El nivel registrado en las comunas elite permite estimar un nivel empírico óptimo a nivel nacional, que potencialmente permite estimar brechas (exceso de mortalidad) entre la situación actual de los grupos comunales y lo que se podrían obtener si se alcanza ese referente óptimo (Figura 5.4) .
La mortalidad infantil es sistemáticamente mayor en sectores indígenas que en sectores no indígenas; como aproximación, la figura 5.3 muestra la mortalidad infantil en sectores indígenas y no indígenas de algunos Servicios de Salud seleccionados que cuentan con mayor proporción de población indígena.
La mortalidad por neumonía disminuyó desde 23,9 muertes por 1.000 NV en 1990 hasta 0,16 muertes por 1000 NV en 2010. Esta reducción concuerda con la implementación del Programa de Reducción de la Mortalidad por Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) en niños menores de 1 año. (7)
Las causas más frecuentes de los 192 mil egresos en el año 2009, de los menores de 5 años fueron las enfermedades del sistema respiratorio (33,7%); ciertas afecciones originadas en el periodo perinatal (22,6%); ciertas enfermedades infecciosas y parasitarias (9,4%); traumatismos, envenenamiento y algunas otras consecuencias de causas externas (6,2%). (8)
El síndrome bronquial obstructivo es la principal causa de hospitalización y motiva entre el 23% y el 25% de las consultas de morbilidad pediátrica en Santiago.
El 5,8% de los nacimientos registrados el 2010 tuvo bajo peso (< de 2500 g.) y un 4,1% tenía peso insuficiente (<1.500g.).
La tasa de mortalidad de menores de 5 años más alta observada en el año 2010 se registraron en las regiones del Maule y de Magallanes y la Antártica alcanzando ambas con 2,2 por 1.000 niños de 0 a 4 años, la tasa más baja observada fue en la región de Aisén con tasa de 1,2 por 1.000 niños de 0 a 4 años.
La meta chilena de cumplimento del Objetivo de Desarrollo del Milenio 4, de reducir la mortalidad infantil, es reducirla en dos tercios entre 1990 y 2015. El (Cuadro 5.6) presenta el nivel de los indicadores mínimos de ese objetivo en 1990 (año base), 2000, 2010 y la meta esperada para 2015. En 2010, la tasa de mortalidad infantil había bajado a la mitad respecto al nivel estimado en 1990, alcanzando una tasa de 7,4 por mil nacido vivos. En este período, la mortalidad en el grupo de 1 a 4 años ha tenido una disminución más notoria, alcanzando a 0,3 muertes por 1.000 NV en 2010. (3)
Salud de los niños de 5 a 9 años.
En 2010, las principales causas de muerte en el grupo de 5 a 9 años fueron las causas externas (40,9%), tumores malignos (21,8%) y anomalías congénitas (8%). Entre las causas externas específicas, destaca que 31% de causas externas fueron por accidentes de transporte y que 27% de los tumores fueron leucemias. (9)
En el año 2009, los egresos más frecuentes fueron las enfermedades del sistema respiratorio (27,5%); traumatismos, envenenamientos y algunas otras consecuencias de causas externas (14,4%); enfermedades del sistema digestivo (14,2%) y enfermedades infecciosas y parasitarias (7,8%). Entre las causas específicas de hospitalización se encuentra la neumonía, fractura de fémur, apéndice, diarreas y gastroenteritis de presunto origen infecciosos. (8)
Se cuenta con un programa de control de salud del niño/a sano en el establecimiento educacional para la población escolar de 5 a 9 años, programa que busca contribuir a la promoción de factores protectores de la salud y del desarrollo y también a la pesquisa oportuna de problemas de salud prevalentes en este grupo de edad.
Salud de los adolescentes (10-19 Años)
En 2010, la mortalidad en adolescentes (10 a 19 años) fue de 0,3 muertes por 1.000 habitantes y mayor en hombres (0,5 muertes por 1.000 habitantes). Las principales causas de muerte fueron las causas externas (57,3% de muertes), neoplasias malignas (12,7%) y enfermedades del sistema circulatorio (4,7%) (9). En el año 2009, las hospitalizaciones más frecuentes fueron por motivo de embarazo, puerperio y parto (33,1%), traumatismos, envenenamientos y otras causas externas (12,9%), enfermedades del sistema digestivo (12,8%), y enfermedades del sistema respiratorio (6,9%). (8)
El 15,2% de nacidos vivos en 2010 fue de madres adolescentes de entre 15 y 19 años y 0,4% de adolescentes de 10 a 14 años. Entre los años 1992 y 2009, la tasa de fecundidad específica en adolescente disminuyó de 63,1 hijos a 54,3 por 1.000 adolescentes (10). En 2009, el 47,9% de los adolescentes entre 15 y 19 años reportaba haber tenido relaciones sexuales, el 21,8% del mismo grupo ha iniciado su vida sexual a una edad de 15 años o menos, el 10,4% de los activos sexualmente del rango etario 15 a 19 años ha utilizado la píldora del día después y el 17,1% ha experimentado un embarazo no deseado. (11)
La Encuesta Nacional de Salud del 2010 reveló respecto a la situación de salud de los jóvenes que un 46% fuma, 76% es sedentario, 13% tiene colesterol elevado y 38% sufre de sobrepeso u obesidad. (12)
El Ministerio de Salud ha impulsado el Programa de Salud Integral de Adolescentes y Jóvenes a través del Control Joven Sano, que comprende la realización de un control de salud integral a los adolescentes en el sistema público, fundamentado en que aproximadamente dos de cada tres muertes prematuras y un tercio de la carga total de morbilidad en los adultos, están relacionadas con comportamientos que se inician durante la adolescencia. (13)
Salud de los adultos (20-64 Años)
En 2010 se produjeron 7.114 muertes en el grupo de 20 a 44 años, lo que representan al 7,3% de muertes totales del país, con una tasa de 0,4 por 1.000 habitantes (0,1 por 1.000 habitantes en mujeres y de 0,3 en hombres). La mortalidad en el grupo de 45 a 64 años alcanzó a 1,1 muertes por 1.000 habitantes (0,4 por 1.000 habitantes en mujeres y 0,7 por 1.000 habitantes en hombres), lo que corresponde al 20% de las muertes totales. (9) Las causas de mortalidad relevantes en el grupo de edad de 20 a 64 años fueron: tumores malignos (27,3%), causas externas de mortalidad (20,9%), enfermedades del sistema circulatorio (19%), cirrosis hepática y otras enfermedades crónicas del hígado (8,8%) y enfermedades del sistema respiratorio (4,7%). (9)
En 2010, las principales causas de egreso hospitalario fueron: embarazo, parto y puerperio (30,3%), enfermedades del sistema digestivo (12,7%), traumatismos, envenenamientos y algunas otras consecuencias de causas externas (9,7%), y enfermedades del sistema genitourinario (8,1%). (8)
Salud de los Adultos Mayores (65 años y más)
En 2010, ocurrieron 30.987 muertes (31,6% de las muertes) en el grupo de 65 a 79 años de edad, representando una tasa de 32,5 muertes por 1.000 habitantes en hombres y de 19,6 muertes por 1.000 habitantes en mujeres. Las principales causas de muerte fueron tumores (30,3%); enfermedades del sistema circulatorio (29,5%); enfermedades del sistema respiratorio (9%); y, enfermedades del sistema digestivo (7,8%). (9)
Ese año, hubo 37.083 defunciones (37,8% de las muertes) en la población de 80 años y más, representando una tasa de mortalidad en hombres de 132,1 y en mujeres de 107,6 muertes por 1.000 habitantes. Las principales causas de muerte fueron enfermedades del sistema circulatorio (36%), tumores (14,2%) y enfermedades del sistema respiratorio (15,1%). (9)
Los egresos más frecuentes en el año 2009, en personas de 65 años y más corresponden a enfermedades del sistema circulatorio (19,9%); sistema respiratorio (14,7%); sistema digestivo (12,9%) y tumores (10,2%). (8)
Las condiciones de salud crónicas presentan prevalencia más altas en los mayores de 60 años y también aumenta la prevalencia de discapacidad. La disminución de la agudeza auditiva alcanza al 66,6% de los hombres y el 49.2% de las mujeres de 60 o más años (33% requiere audífono). Hay disminución de la agudeza visual lejana (con corrección) es de un 34,5 y 44,2% para hombres y mujeres de 60 o más años respectivamente; el desdentamiento de algún maxilar es de 41,8% en los hombres de este grupo y 61,8% en las mujeres. El deterioro cognitivo confirmado (MMSE y Pfeiffer alterados) alcanza a un 8,5% en población general de 60 o más años. Tanto la disminución de agudeza visual como el desdentamiento y el deterioro cognitivo son mayores en las mujeres y especialmente en las zonas rurales. Un 7,8% de los adultos mayores presenta importante dificultad para caminar en terreno plano. (14)
Salud de los Trabajadores
La fuerza de trabajo ocupada (trimestre octubre-diciembre de 2011) se estimó en 7,5 millones de personas, lo que representa un 44% de la población total (15). En los registros de la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO) de 2011 figuran 362 accidentes del trabajo con desenlace fatal, 97,1% de los cuales los sufrieron hombres, la tasa nacional es de 7,04 por 100.000 trabajadores; 32% fueron accidentes de trayecto hacia el trabajo, según rama de actividad económica la tasa más alta la presenta Transporte y Minería con 29,3 y 26,6 por 100.000 trabajadores respectivamente (incluye Mutualidades e ISL, no incluye accidentes de trayecto). Según edad las personas de 35 a 44 años sufrieron más muertes por accidentes de trabajo en 2010. (16)
Desde 2000 se ha observado una tendencia a la reducción (tasa 14,12 por 100.000 trabajadores), manteniéndose la proporción en cuanto al lugar del accidente fatal. La tasa de accidentabilidad entre 2002 y 2010 bajó de 7,6 a 5,4 por accidentes del trabajo, excluyendo los accidentes de traslado. Según actividad económica la tasa más alta la presenta Transporte y Comunicación 7,8 y la más baja Minería con 2,0 por 100.000 trabajadores. Es en este rubro, donde se pierden en promedio más días por accidente llegando a 31,4 (Superintendencia de Seguridad Social 2011). El porcentaje de enfermedades profesionales registrada en 2011 fue de 0,1%, en donde el 31,7% se produce en los servicios comunales y personales, seguido de las producidas en la industria manufacturera con el 18,1%. (17)
En 2011 se perdió en promedio 15,1 días laborales por trabajador debido a accidentes lo que incluye accidentes de trabajo y accidentes de trayecto y 0,04 días por enfermedades profesionales. Los accidentes del trabajo en el 2011 alcanzaron a 277.513 en empresas afiliadas a mutualidades de empleadores (Ley 16.744). (17)
Desde 2004, ha disminuido los casos de intoxicación aguda por plaguicidas de origen laboral, de 501 trabajadores afectados en el 2004 a 195 trabajadores afectados en el 2011, con una tasa de 23,6 por 100 mil trabajadores. En el año 2011 las regiones con mayores tasas de intoxicación laboral fueron la Región de Valparaíso (32,9 por 100 mil trabajadores), Región del Maule (16,5 por 100 mil trabajadores), Metropolitana (9,8 por 100 mil trabajadores) y Del Libertador Bernardo O’Higgins (7,9 por 100 mil trabajadores) las que concentran un número importante de trabajadores de la rama económica de agricultura, caza y pesca. (18)
Actualmente en Chile existe la certificación de “Lugar de Trabajo Promotor de la Salud” inserto dentro del Programa “Elige Vivir Sano” del Ministerio de Salud que contempla mejorar los espacios físicos de las empresas, incentivar las conductas que estimulen hábitos saludables en materias de alimentación, actividad física, consumo de tabaco, alcohol y drogas, como a su vez el fortalecimiento de condiciones laborales que potencien una mejor calidad de vida laboral.
Salud de pueblos indígenas
En Chile en el año 2002 ultimo año disponible, un total de 692.192 personas (4,6%) dijeron pertenecer a uno de los ocho pueblos indígenas considerados en el instrumento Censal, Alacalufe, Atacameño, Aymara, Colla, Mapuche, Quechua, Rapanui e Yámana.
La distribución de la población indígena chilena según su pertenencia étnica es muy heterogénea. Sobresale la proporción del pueblo mapuche, que corresponde a un 87,3% del total de la población indígena. Le siguen los aymara (7%) y los atacameños (3%). El resto de las etnias (Colla, rapanui, quechua, yámana y alacalufe), suman en conjunto un 2,7%.
En la población indígena las mujeres representan el 49,6% y los hombres el 50,5%. Esta proporción entre mujeres y hombres, presenta diferencias entre las distintas etnias, el índice de masculinidad promedio es de 101,6. Según etnia los índices de masculinidad que caracterizan a los pueblos alacalufe (118,7), colla (111,6), yámana (108,3), atacameño (106,8) y mapuche (101,6). La población indígena por regiones, para el año 2002, presentaba una mayor concentración en las regiones de la Araucanía (29,5%), Metropolitana (27,7%), de Los Lagos (14,7%), del Biobío (7,8%) y de Tarapacá (7,1%). Las regiones de Coquimbo, de Atacama y del Maule son las que tienen menos presencia indígena.
Los indígenas de todas las etnias tienen en promedio más hijos que la estructura nacional. La tasa global de fecundidad para los pueblos son: Rapanui 2,6; Aymara 2,4; Yámana 2,4; Mapuche 2,3; Quechua 2,3; Alacalufe 2,2; Colla 2,2 y Atacameño 2.
De entre los grupos indígenas que dijeron tener alguna discapacidad, alacalufe y yámana son quienes presentan la mayor proporción (ambos 6%). En los primeros, la ceguera es la que presenta mayor prevalencia, en cambio en los yámana es la discapacidad mental. De manera contraria, los aymara son quienes ostentan la más baja proporción de personas con discapacidad (2,4%), siendo la afección de lisiados/parálisis la que presenta mayor prevalencia (379 personas).
Entre los menores de 19 años la discapacidad mental es la que aparece con mayor frecuencia (49,6%), seguido de lisiado/parálisis (23,2%), en cambio, en los grupos de edades más avanzadas (65 y más años), destacan aquellas más asociadas a la edad como la sordera y la ceguera, las que en conjunto suman 55,3%. Es importante destacar que en todos los grupos de edad hay mayor número de hombres que de mujeres con alguna discapacidad. La información por zona urbano-rural no evidencia diferencias importantes (50,3% y 49,7%, respectivamente). En el ámbito rural, tanto más se incrementa la edad mayor es la proporción de discapacitados. En las zonas urbanas esta distribución se muestra más homogénea. (19)
Salud de las personas con discapacidad
En el año 2009 en Chile el 7,6% de la población presenta al menos una discapacidad, que el 21,5% de los hogares tiene a alguno de sus miembros con alguna discapacidad, y que en el 11,9% de los hogares quién tiene alguna discapacidad es el jefe de hogar.
El 90,1% de las personas con discapacidad tiene sólo una discapacidad, mientras que el 7,6% de las personas con discapacidad tiene dos discapacidades y el 2,3% tiene 3 discapacidades. La prevalencia de discapacidades es mayor entre las personas de más edad, el 42,8% de las personas de 81 años y más tiene al menos una discapacidad y el 12,1% para las personas entre 51 y 60 años. En el caso de los niños/as de entre 0 y 5 años, sólo el 1,1% presenta alguna discapacidad, porcentaje que alcanza al 2,7% para los niños/as entre 6 y 17 años.
Las discapacidades más frecuentes corresponden a dificultad físico y/o de movilidad (35,2%), ceguera o dificultad visual aún usando lentes (32,7%), y sordera o dificultad auditiva aún usando audífono (13,6%). El 59,4% de las personas que declaran ceguera o dificultad visual, el 59,6% de quienes declaran dificultad psíquica y/o psiquiátrica y el 55,3% de quienes declaran dificultad física y/o de movilidad, son mujeres; mientras que el 57,2% de las personas que declaran mudez o dificultad en el habla y el 53,2% de quiénes declara dificultad mental o intelectual son hombres. El 21,6% de la discapacidad declarada está presente desde el nacimiento.
El 12,2% de las personas de los hogares del decil de menores ingresos presenta alguna discapacidad, mientras que en el decil de mayor ingreso, sólo es el 4,5%. El 66,9% de los discapacitados son autovalentes, el 19,0% tiene una dependencia leve el 4,8% presenta una dependencia grave o está postrada. (20)
En los últimos años el Ministerio de Salud ha avanzado en cambiar el enfoque biomédico por el biosicosocial (BSS) en materia de valoración de la discapacidad, creando el Instrumento de Valoración de Desempeño en Comunidad (IVADEC) en base al Clasificador Internacional del Funcionamiento de la Discapacidad y de la Salud (CIF) para la valoración y certificación, el cual es congruente con el enfoque de rehabilitación y la visión del sistema de protección social en construcción. (21)